Los lugares más misteriosos y peligrosos: lugares prohibidos El mundo está lleno de lugares asombrosos, algunos de los cuales son tan peligrosos que la entrada a ellos ha estado prohibida durante décadas o incluso siglos. En el centro mismo de estos lugares se esconde una gran cantidad de historia inquietante y relatos desgarradores que pueden ponerle la piel de gallina a cualquiera. Desde ruinas radiactivas hasta islas embrujadas, repasemos esos lugares prohibidos que nunca deberías visitar.
La pata de elefante de Chernóbil: la pesadilla radiactiva
Pocos lugares son tan inquietantes como esta planta de energía nuclear en el norte de Ucrania. El catastrófico desastre de 1986 irradió los 4.100 kilómetros cuadrados circundantes de manera tan extensa que se los considera inhabitables durante los próximos 20.000 años. Justo debajo del reactor destruido, un corredor de mantenimiento contiene algunas de las partes más peligrosas de la planta. Aquí se encuentra sepultada una enorme masa de corium extremadamente radiactiva: la "pata de elefante".
Esta masa (combustible nuclear mezclado con material derretido) se formó durante la fusión del reactor y quemó seis pies de hormigón. Inicialmente emitía 4,5 millones de rayos X de tórax en radiación por hora en su punto máximo, letal en apenas unos minutos de exposición. Sigue siendo peligrosa hoy en día, aunque su intensidad se ha debilitado con los años. Desde 2016, una colosal estructura de contención de casi 40.000 toneladas de acero y hormigón ha mantenido a raya esta amenaza radiactiva, sin acceso humano.
Isla Poveglia: peste y locura
Esta pequeña isla en la laguna de Venecia tiene una historia tan oscura que ha estado fuera de los límites desde finales de la década de 1960. La isla Poveglia fue poblada por primera vez en el siglo VII; durante los brotes de peste en el siglo XVII, se utilizó como zona de cuarentena. Supuestamente más de 160.000 personas fueron enviadas allí, la mayoría de las cuales nunca salieron con vida. Se dice que los restos incinerados constituyen la mitad del suelo de la isla.
La oscura historia de la isla continuó cuando se convirtió en un asilo mental a principios del siglo XX. Esto incluiría tratamientos bárbaros y un médico sádico que experimentaba con los pacientes para aumentar su inquietante reputación. La instalación cerró en 1968 y la isla ha estado abandonada desde entonces. Oficialmente, esto se debe a los edificios en ruinas inseguros, pero muchos creen que está embrujada por las almas de quienes sufrieron allí.
La cueva de Plutón: la puerta al infierno
En 1965, un arqueólogo italiano descubrió un pequeño arco de piedra que conducía a una cueva en ruinas antiguas en Hierápolis. La cueva emitía humos tóxicos y los antiguos consideraban que había sido una entrada al inframundo, gobernado por Plutón, el dios griego del inframundo. Se construyeron templos llamados plutonianos sobre estas cuevas que emitían gases letales. Una forma altamente concentrada de dióxido de carbono crea un lago de gas asfixiante que mata a cualquier animal o humano que entre.
Contrariamente a las connotaciones mitológicas, las emisiones mortales de esta cueva son en realidad un fenómeno natural: el producto de una falla sísmica que liberó CO2. Para evitar más accidentes, la entrada original fue sellada en 1970, y otra cueva similar cercana fue inundada, asegurando así que estas "puertas al infierno" permanecieran cerradas para los curiosos.
Isla Runit: un cementerio nuclear
Esta isla en el remoto atolón Enewetak en el Océano Pacífico Norte es uno de los lugares más peligrosos de la Tierra. Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos realizó 43 pruebas de bombas atómicas en esta diminuta isla, lo que resultó en 85.000 metros cúbicos de desechos radiactivos, incluido plutonio-239 con una vida media de 24.000 años. Solución: Recoger estos desechos en un cráter y sellarlo con una cúpula de hormigón de 45 centímetros de espesor.
Sin embargo, los recortes presupuestarios redujeron el revestimiento del cráter, lo que ahora permite que los desechos radiactivos se filtren en el suelo. Aunque el Departamento de Energía de los Estados Unidos garantizó la seguridad durante al menos 20 años, los habitantes de las islas cercanas siguen estando muy preocupados por los posibles desastres medioambientales que puedan producirse cuando la cúpula de hormigón se agriete o se derrumbe.
Dudley Town, Connecticut: la ciudad maldita
La ciudad de Dudley Town, situada entre tres grandes colinas, fue colonizada por primera vez en la década de 1740 por la familia Dudley de Massachusetts. Aunque nunca alcanzó una población mayor que modesta, se vio plagada de accidentes extraños, muertes extrañas y una cantidad de casos de locura más elevada de lo habitual. Fue azotada por la peste y, después, por una serie de sucesos extraños, hasta que fue abandonada gradualmente en 1901.
Uno de los últimos residentes que quedaban, John Brophy, perdió a sus hijos, que simplemente desaparecieron, y vio cómo su casa ardía espontáneamente antes de desaparecer también en el bosque. Hoy, Dudley Town es una zona abandonada y cubierta de vegetación, plagada de rumores de una maldición. Ahora la zona está estrictamente prohibida y las multas para los intrusos son bastante elevadas.
Conclusión
Estos lugares prohibidos son un poderoso recordatorio de la naturaleza, la locura humana y una historia importante. El misterio y el peligro son, sin duda, emocionantes, pero se recomienda mantener la cabeza fría y seguir las limitaciones que indican las autoridades. Hay algunos lugares que es mejor dejar a la imaginación, donde conservarán su magia. El atractivo y la seguridad son fundamentales. Así que, la próxima vez que oigas hablar de algún lugar secreto y prohibido, lo mejor es que lo respetes desde la distancia y dejes que sus historias queden en el anonimato.