Uno de los planes audaces y arduos de Indonesia para trasladar su capital de Yakarta a una nueva ciudad que se está construyendo en Kalimantan Oriental bajo el nombre de Nusantara se ha encontrado con muchos desafíos a partir de octubre de 2023. Con un costo estimado de alrededor de 33 mil millones de dólares, se ha previsto que este megaproyecto pueda solucionar los problemas de Yakarta: el hacinamiento, la incesante congestión del tráfico y la degradación ambiental. Sin embargo, varios factores han contribuido a las dificultades para llevar a cabo el plan mencionado:
Problemas de financiación: La cantidad de financiación que se requiere para esta magnitud de trabajo es un gran desafío. El gobierno indonesio buscó inversiones en el interior y en el exterior; por otro lado, ha sido difícil atraer inversiones suficientes con el impacto económico provocado por la pandemia de COVID-19 y otras incertidumbres económicas globales.
Impacto ambiental: El sitio propuesto en Kalimantan Oriental se encuentra en una región con una gran biodiversidad y bosques densos. Los activistas y observadores ambientales se han manifestado en contra de los posibles daños, incluida la deforestación masiva y el desplazamiento de comunidades indígenas.
Infraestructura: una ciudad capital absolutamente nueva prevé un amplio desarrollo de infraestructura en términos de carreteras, viviendas, servicios públicos y servicios públicos. La construcción de esa infraestructura en una zona relativamente remota conlleva enormes desafíos logísticos y técnicos.
Resistencia política y social: varios grupos han expresado una amplia oposición al plan: las comunidades locales de Kalimantan Oriental, que temen el desplazamiento y la degradación ambiental, y aquellos preocupados por el impacto de la mudanza en Yakarta y el bienestar social y económico de sus residentes.
Viabilidad económica: los críticos argumentan que el dinero se puede gastar mejor en cuestiones urgentes de Yakarta y el país. El debate incluye los beneficios a largo plazo de la reubicación.
Obstáculos jurídico-administrativos: la adquisición de tierras, los marcos regulatorios y las estructuras de gobernanza son algunos de los complejos procedimientos jurídicos y administrativos involucrados en el plan de reubicación. Estos requieren mucho tiempo y son difíciles por naturaleza.
A pesar de todas las dificultades, el gobierno indonesio ha seguido adelante con el plan, alegando múltiples beneficios a largo plazo asociados a la nueva capital. El futuro de este gigantesco proyecto sigue siendo una incógnita y depende de que se superen con éxito los desafíos clave mencionados anteriormente.