New Orleans de Clifton Chenier es un vinilo que encarna el corazón y el alma del zydeco, que es la mezcla única de criollo, blues y R&B que Chenier ayudó a crear. Lanzado en tiempos en los que la música tradicional estaba en evolución, se convirtió en un hito del liderazgo de Chenier y su capacidad para captar el vívido espíritu de Luisiana.
Desde la primera nota, te transporta a las animadas calles de Nueva Orleans. La magistral interpretación de Chenier en el acordeón teje melodías intrincadas que son a la vez conmovedoras y estimulantes. Su hermano Cleveland Chenier en el acordeón da un pulso rítmico que es un complemento perfecto para las pistas enérgicas que definen este álbum.
Esto tendría que ser uno de los aspectos más destacados de este vinilo: el sonido es crudo y auténtico. La producción hace muy poco para quitarle la sensación de actuación en vivo, y cada pista rezuma la calidez y la energía de un salón de baile de Luisiana. La mezcla de letras en francés e inglés también sumerge al oyente en la cultura criolla y añade un elemento de autenticidad que a menudo falta en las grabaciones modernas.
Canciones como "Jambalaya" y "Zydeco Cha Cha" muestran cómo Chenier podía adentrarse en canciones conocidas y darles su propia marca, haciendo que la música sea atemporal pero moderna. Esa voz conmovedora con esos riffs de acordeón animados crea un ambiente alegre y contagioso, uno del que es difícil acobardarse.
La experiencia del vinilo en sí es genial. La calidez de lo analógico complementa bien la música de Chenier, añadiendo riqueza al sonido que a menudo se pierde en los formatos digitales. La obra de arte de la portada también merece una mención, ya que captura brillantemente la sensación de lo que contiene.
New Orleans es mucho más que un conjunto de canciones: es la celebración de la cultura, la prueba de que Clifton Chenier fue importante para el mundo de la música. Tanto para los fanáticos antiguos como para los nuevos del zydeco, este vinilo es uno de los que deben haber incluido en su colección. Es una invitación a bailar y festejar a lo grande, para liberar el espíritu alegre de Luisiana.