La industria musical ha pasado por un mar de cambios en el pasado reciente, y en el centro de este cambio están las plataformas de streaming que han cambiado la forma en que consumimos y descubrimos música. Entrelazada con esta evolución en su núcleo hay una pregunta muy fundamental que enfrenta el músico: ¿la música sigue siendo su producto?
La evolución del papel de la música
Con la era digital, la música ya no era un producto sino una herramienta promocional. Los usuarios que se suscriben a Spotify o Apple Music, por ejemplo, pagan para acceder a la biblioteca en lugar de necesariamente comprar canciones o álbumes. En este nuevo paradigma, la música en sí se ha convertido en un subproducto de la suscripción.
Construir una marca más allá de la música
Los músicos necesitan crear su propia marca sin que la música sea el producto. Esto implica lo siguiente:
Mercancía: se venden productos especiales de alta calidad que representan la marca del artista.
Actuaciones en vivo: experiencias de vida que siempre permanecen en la mente de los fanáticos.
Contenido exclusivo: imágenes detrás de escena, mensajes personales o acceso anticipado a nueva música.
Participación de los fanáticos: construir relaciones sólidas a través de las redes sociales, el marketing por correo electrónico e incluso eventos comunitarios.
Realidades económicas y diversificación de ingresos
Existen muchas realidades económicas contemporáneas en la industria de la música en las que las regalías por streaming no son lo suficientemente buenas para sobrevivir, y existe una competencia muy dura y rápida. Por lo tanto, la oportunidad para los músicos radica en diversificar los flujos de ingresos a través de estas diversas vías. Conclusión
Si bien la música es el latido del corazón de un músico, hoy en día ya no es necesariamente el producto. La marca es, junto con la experiencia de los fans y múltiples flujos de ingresos, los ingredientes necesarios para el éxito en la actualidad. Teniendo en cuenta estos hechos, al adoptar esta nueva realidad, los músicos podrán superar este tipo de desafíos de la modernidad dentro de la industria de la música para lograr el éxito a largo plazo.