Spotify: Representamos menos del 1% de los 10 millones de dólares generados en un caso de fraude de streaming en EE.UU.


 Spotify recientemente promocionó su trabajo para mitigar el efecto del streaming artificial, como en el caso de Michael Smith, acusado de estafar más de 10 millones de dólares en regalías mediante la manipulación del streaming. A pesar de que Spotify representa alrededor del 50% de los streamings de música, los fuertes mecanismos de detección de Spotify solo permitieron que 60.000 dólares de la cantidad defraudada se produjeran a través de Spotify.


Este es el primer caso penal en Estados Unidos por streamings de música inflados artificialmente y subraya el compromiso de Spotify con la lucha contra el fraude en el streaming. La empresa invierte masivamente tanto en herramientas automáticas como manuales en un esfuerzo por detectar y bloquear la actividad fraudulenta ejemplificada por la decisión de bloquear el acceso a pistas creadas en plataformas de IA como Boomy después de notar patrones de streaming artificiales. Además, Spotify ha desarrollado algunas medidas para penalizar a los distribuidores en caso de que se detecte fraude en pistas de las que son responsables.


Mientras el fraude en el streaming crece hasta alcanzar los 2.000 millones de dólares, Spotify mantiene una actitud colaborativa: junto con otras plataformas, como Amazon Music y SoundCloud, se unió a las principales compañías musicales para establecer la alianza "Music Fights Fraud". Esta alianza significa que los streamings fraudulentos, en aumento, no solo perjudican a los artistas, sino que también desacreditan la distribución de música digital en general.


El caso de Michael Smith sigue siendo una advertencia sobre los peligros legales y financieros de la manipulación del streaming, ya que ha sido encarcelado por hasta 20 años por cargos de fraude electrónico y conspiración para lavar dinero. Para Estados Unidos, este es ahora el paso más importante en el caso; sin embargo, ha habido pasos similares en todo el mundo, incluido un caso en Dinamarca en el que un hombre fue sentenciado por inflar los streams de cientos de canciones. La implicación de esto en ambos casos es muy fuerte: envía un mensaje contundente sobre la gravedad de la manipulación del streaming en la industria musical.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente