En lo que ha sido un duro y continuo desenlace de la empresa que alguna vez se conoció como Utopia Music y ahora se rebautizó como Proper Group AG, un tribunal cantonal suizo en Zug denegó su último recurso de quiebra. La empresa, que alguna vez tuvo una valoración de 2.500 millones de dólares, ahora está a merced de los acreedores e inversores en medio de serias dudas que se plantean sobre una supuesta mala gestión financiera, fraude y prácticas de liderazgo cuestionables.
Sentencia judicial: ¿un golpe final?
Después de un recurso contra la quiebra presentado por el impago de una factura por valor de 23.000 CHF al bufete de abogados suizo MME Legal, la última decisión del Tribunal Cantonal devolvió a Proper Group AG a la quiebra. Solo queda una última opción: tendría que apelar ante el Tribunal Supremo de Suiza. Sin embargo, los expertos del sector sospechan que es poco probable que se produzca un cambio en la oleada de desconfianza, decepción y desilusión.
Uno de los retos más importantes a los que se enfrenta Utopia es el de los inversores, que, según se informa, contemplan posibles acciones legales contra sus fundadores y la dirección actual, basándose en acusaciones de mala gestión y, muy probablemente, de fraude. Los inversores que han invertido más de 200 millones de euros en este proyecto se quedan de brazos cruzados mientras sus inversiones pasan por un molino de procesos judiciales y, en algunos casos, por un profundo mar azul de deuda potencialmente irrecuperable.
Los recibos de sueldo falsos y las discrepancias financieras indican un patrón
En una serie de entrevistas exclusivas con CMU, ex empleados de varios países han hablado abiertamente de la caótica mala gestión dentro de la empresa, con una cultura interna de desorden y prácticas burocráticas cuestionables que son habituales. Los informes sobre nóminas falsas y documentación fiscal incorrecta han hecho que los trabajadores de las filiales de Utopia, ahora desaparecidas (en su mayoría del Reino Unido, Suecia y Finlandia), no puedan reclamar sus salarios impagos y se enfrenten a problemas relacionados con las contribuciones no pagadas a la pensión y la seguridad social.
Los informes indican que esta práctica salió a la luz por primera vez en julio de 2023, después de que la filial de Utopia en el Reino Unido, Utopia UK (R&D) Limited, cerrara repentinamente. Al parecer, las nóminas indicaban que se habían pagado los salarios y las deducciones fiscales. Sin embargo, en poco tiempo, los empleados fueron informados de que Utopia había entrado en liquidación. Cuando intentaron reclamar al Fondo Nacional de Seguros del Reino Unido los atrasos en los salarios que no se habían pagado, descubrieron que Utopia había informado incorrectamente a HMRC de que se les había pagado. Los liquidadores también identificaron una deuda de 2,5 millones de libras con HMRC a través de impuestos y contribuciones no remitidas.
En una reciente entrevista con CMU, el actual director ejecutivo, John Mitchell, afirmó que el proceso de quiebra lo había "engañado" y dio a entender que se trataba de un "error administrativo" inocente. Por desgracia, según su propia explicación, no ha servido para aplacar las quejas de los antiguos empleados y acreedores, que creen que existe un patrón de manipulación de documentos. Algunos trabajadores creen que este tipo de nóminas falsificadas se emitieron este mismo año y que parecían estar diseñadas para ocultar el impago o las contribuciones legales deficientes.
¿Quién es responsable? El llamado a la rendición de cuentas
A medida que se desarrolla la debacle, persiste una pregunta importante: ¿quién ordenó estos documentos falsos? No hay pruebas que impliquen directamente a Mitchell en estos incidentes, pero muchos antiguos empleados dijeron que la cultura de la opacidad y la mala comunicación se perpetuaba en los escalones superiores de Utopia incluso antes de que él se uniera a la empresa. Se dice que los problemas con el papeleo comenzaron durante el mandato del exdirector ejecutivo Mattias Hjelmstedt, quien, junto con otros ejecutivos, dimitió en lo que las fuentes han denominado el "golpe de Navidad" de 2022.
Para aumentar el dramatismo de esta historia, CMU acaba de descubrir que otro importante ejecutivo de Utopia, el abogado Peter Löhr, fue condenado por malversación de fondos en Suecia, un hecho que supuestamente conocía Hjelmstedt pero que se hizo público a los empleados solo después de que surgieran una serie de problemas.
Repercusiones: ¿una llamada de atención para la industria?
Pero con la empresa de tecnología musical bajo un escrutinio constante, la cuestión de la responsabilidad pasa a primer plano. Entre los inversores, los acreedores e incluso los antiguos empleados (esto incluye a los que sufrieron prestaciones impagadas y nóminas falsificadas) el sentimiento generalizado es similar: ¿cómo pudo suceder esto en una empresa que alguna vez fue aclamada como un "unicornio"?
Pero por ahora, la historia de Utopia sirve como advertencia (sobre el riesgo de la ambición descontrolada y la importancia del liderazgo ético y la transparencia financiera) para las industrias de la música, la tecnología y las empresas emergentes. Si bien las lecciones aprendidas de la desaparición de Utopia tal vez no salven a sus inversores o empleados, podrían evitar casos similares de mala gestión dentro de la industria en el futuro.