Un viaje de honestidad, ritmo y autorreflexión: el último álbum de Freddie Gibbs
Gracias a sus profundas contribuciones a cada proyecto y a su destreza técnica, Freddie Gibbs se ha establecido como una figura única en el hip-hop. Su álbum más reciente es una continuación adecuada de esa historia; muestra madurez como artista, sólidas habilidades para la composición de canciones y cuidadosos valores de producción. A continuación, se presenta un análisis de los puntos más fuertes del álbum, así como de las áreas en las que puede haberse desarrollado más.
1. El flujo emocional y la impresionante interpretación de los artistas
Sus habilidades para las rimas son un gran atractivo, como puede atestiguar cualquiera que conozca a Gibbs. Sus flujos fluidos y su voz áspera se exhiben en todo momento en el disco, pero especialmente en "Brick Fees" y "Y Yeah". Los oyentes quedan cautivados desde el principio por las letras hábiles y su imponente presencia en el escenario.
Las letras son dignas de mención, pero los estribillos no están a la altura. Según el crítico, son más funcionales que notables y relativamente anodinos. Aun así, Gibbs demuestra versatilidad al cantar en "Walk It Off" y proporcionar un conmovedor final a "The Set". Esto es más una continuación sólida que un avance del enfoque del artista; la interpretación es "genial" en general, pero no llega a ser revolucionaria.
Tema: Autorreflexión y desarrollo sin filtros
El material es uno de los puntos más fuertes del álbum. Gibbs explora sus arrepentimientos más profundos y sus problemas personales en las letras, que lo muestran en su momento más vulnerable. Mientras Gibbs considera los resultados de sus acciones en canciones como "Cosmo Freestyle" y "Wolverine", el resultado es una experiencia auditiva honesta y reflexiva.
Aunque parezca superfluo en el panorama general, el CD también tiene un narrador recurrente que interpreta al diablo, lo que agrega un elemento dramático a la experiencia auditiva. En "Rabid Island", Gibbs utiliza una referencia desenfadada a la crítica de J. Cole a Kendrick Lamar para enfatizar su propia perseverancia, mostrando su comedia característica. Como músico, Gibbs muestra seguridad en sí mismo y coraje en canciones como "It's Your Anniversary", donde adopta un enfoque directo y sin filtros para las críticas. Con una calificación de "excelente" y espacio para crecer, el contenido es definitivamente impactante.
3. Diseño de sonido: un giro inesperado en la producción
Este álbum tiene una lista diversa de productores, incluidos 454 y Benny X, que contribuyen a su sonido distintivo, en contraste con el historial de éxitos de Gibbs como productor individual. Aunque la promoción del álbum insinuaba un aspecto sombrío con temática de Halloween, la producción es sorprendentemente alegre, con acentos jazzeros y atmosféricos que brindan un fondo tranquilizador para las letras frecuentemente apasionadas de Gibbs.
El significado sombrío de la canción contrasta marcadamente con el alegre fragmento de "It's Your Anniversary", que ejemplifica esta contradicción. Los aspectos más destacados de la producción incluyen las teclas etéreas de "Yeah Yeah" y el extraño fragmento vocal de "Brick Fees". Aunque el sonido no es tan unificado como en los trabajos anteriores de Gibbs, la producción de alta calidad constante garantiza que siga siendo cautivadora. Toda la producción es buena y se gana una calificación de "excelente" gracias a su atmósfera sorprendente y ritmos pulidos.
4. Valor de repetición: conciso, preciso y preciso
Con solo trece canciones que abarcan treinta y siete minutos, la duración concisa del álbum hace que sea más agradable escucharlo una y otra vez. No hay tonterías en este álbum; cada canción tiene una función distinta y se suma a la historia general. Gracias a las asombrosas habilidades de rima de Gibbs y al sonido relajado del álbum, es fácil escucharlo una y otra vez. En lo que respecta al valor de repetición, este es definitivamente "increíble".
En quinto lugar, algunas reflexiones finales: el camino honesto de un individuo
Al final del día, este disco no va a cambiar la carrera de Gibbs, pero es una contribución sólida y genuina a su currículum. Los elementos cautivadores de su narrativa son su naturaleza personal, la introspección y la crudeza. Escuchar "The Set" y otras canciones de Gibbs nos brinda una ventana a su vida, mostrándonos las dificultades que ha soportado como músico, incluida la angustia de perder amigos y colegas.
Este álbum se siente como un trampolín, aunque no se acerca a las alturas de proyectos anteriores como Pinata o Alfredo. El crítico sugiere que la próxima asociación de Gibbs con Madlib puede representar su posterior desarrollo significativo. Pero por el momento, este disco es sólido y demuestra el potencial genuino de Gibbs.
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